Son de gaita

La película comienza al borde de la ruta. Road movie. Los personajes, tres, más el ojo de la cámara, esperan... a la orilla de la carretera, angosta, el verde nuevo del Caribe se derrama exuberante.

Los personajes, rodeados por un equipaje de tambores ejecutan los movimientos lentos de los condenados a la paciencia. Como si fumase una pipa uno de los personajes sopla una flauta, una gaita, sabemos por el título.

La gaita, del grueso de la tráquea, es una extensión del aliento del hombre, fuelle y sonda de soplo profundo. Los dos otros escuchan. Los raros vehículos a motor atraviesan la pantalla con un rugir de bestias raudas, un motociclista claxona. Uno de los personajes silenciosos, lo llamaremos "el segundo", desenfunda otra gaita, el macho, para contestar y acompañar a la primera, la hembra. El tercer personaje rompe su inmovilidad para pasarle una maraca al segundo y así comienza la película...

El espectador asiste al viaje hacia las islas, la llegada al edén, donde los niños, felices, bailan sin camisa. De donde son los cantantes? Son de gaita responde la película. Son de aquí, son de allá, son de las lomas de María, son del rosario de islas donde fueron a parar los cimarrones.

De las islas el film nos lleva al pie de la montaña, donde los gaiteros de San Jacinto aprendieron el lenguaje de los pájaros y los tambores el estropicio de los vientos. Los techos de palma trenzada se convierten en el mas propicio de estudios de grabación. La cámara acaricia los rostros de los músicos-brujos que chupan la gaita, las manos de los tamboreros anudando el canto del cuero y la madera. Animal y árbol. Tierra y viento. Es un soplo la vida.


Javier Burgos

Fuente: http://youtu.be/vSVL9PI-2hI
Duración: 77min.



Comentarios